En los momentos de mayor limitación es cuando se enciende nuestra inspiración. Deja de decir que estás encerrado, rompe ese ciclo y comenzarás a ver soluciones donde solo veías problemas.
A mí nunca me han gustado los “que hubiese pasado si…”. Cada vez que se me ocurre una idea, la escribo y le doy forma enfocando mi creatividad y energía hasta convertirla en acción. Y la ejecuto, aprendiendo de mis errores y saboreando el hecho de que algo que era únicamente mío, que surgió de mi mente, lo pude desarrollar y compartirlo con los demás. Estoy seguro que también te ha pasado, esa sensación es única, es pura energía y a mí me encanta, ¿a ti no?
Entonces, ¿qué necesitas hacer para cultivar tu creatividad? Lo primero es dejar de decirte que no eres creativo -sabes de lo que te hablo- y preguntarte: ¿por qué quieres desarrollar tu creatividad? Ten claras tus motivaciones, porque ahí se encuentra tu fuente de energía (piensa en dos o tres antes de continuar). Tenlas presente, recuerda que son tu motivación y te van a ayudar a desarrollar y generar más y mejores ideas.
Antes de que me preguntes ¿pero cómo podemos ser creativos si todo lo tenemos limitado en estas circunstancias? Recuerda que es en los momentos de mayor limitación cuando se enciende nuestra inspiración. Deja de decir que estás encerrado, rompe ese ciclo, esa cadena imaginaria que te has impuesto y comenzarás a ver soluciones donde solo veías problemas. Lo segundo es dejar de tener miedo a equivocarte y repasar una y otra vez todos los pasos antes de iniciar.
Para romper con ese ciclo lo primero que debes hacer es salir de la rutina, romper la cotidianidad. Las rutinas son deseables, nos hacen la vida más fácil, pero cuando nos invaden nos acostumbramos a hacer todo igual, a tomar siempre las mismas rutas de pensamiento, a seguir siempre los mismos patrones sin dejar espacio para cosas nuevas.
Para despertar tu creatividad debes realizar cambios en tus rutinas diarias. Realiza este pequeño ejercicio antirrutina: Durante los próximos siete días modifica algún detalle o acción de tu vida cotidiana -pueden ser pequeños cambios-, al final del día escribe lo que has experimentado. Estos pequeños cambios te ayudará a cambiar el ángulo de tu visión, a ver tu día de una forma distinta.
Aquí te dejo un par de consejos más para desarrollar tu creatividad y salir de tu zona de confort:
Escribe y captura de inmediato las ideas que te vengan a la mente: Cuando se te ocurre una idea, guárdala de inmediato. Escríbela en un block de notas, agenda, en tu celular o graba una nota de audio para que no se te olvide. Yo tengo un grupo de Whatsapp con dos de mis mejores amigos a los que les mando un mensaje de voz con las ideas que se me ocurren. Lo genial de esto es que a veces se me olvida la idea y luego ellos me la recuerdan.
Despierta tu curiosidad: Adquiere nuevos conocimientos y ten experiencias nuevas. Puede ser algo tan sencillo como leer un artículo, libro, ver una serie o película de un género que no sueles ver. Si te gusta cocinar, cambia un par de ingredientes a una receta que ya sabes preparar o cocina una receta que nunca hayas hecho.
Deja de autolimitarte. Todos somos creativos, solo necesitamos desarrollar la habilidad. Debemos dedicar tiempo para entrenar nuestra creatividad y romper nuestros propios paradigmas.
Equivócate. Nos han educado para no cometer errores, pero errar es parte de vivir. Si tienes una idea, comienza a ejecutarla, no importa que no te salga bien la primera vez. Nuestros más grandes aprendizajes han sido de nuestros errores. Si te caes hoy, te pones de pie mañana y sigues.
No te evalúes tan rápido; que no te limite la crítica de los demás. Cuantas veces se nos ocurren grandes ideas pero esa voz interna nos llena de miedos, o cuando nos atrevemos a decirle nuestra gran idea a alguien, esa persona nos llena de críticas y quejas. Ideas nuevas siempre van a encontrar resistencia porque no suelen encajar con lo establecido. Pero buenas noticias, eso quiere decir que vas por buen camino.
Estimúlate. Para algunos puede ser estar en un sitio tranquilo practicando meditación, para otros puede ser bailar escuchando música a todo pulmón.
Reserva verdadero tiempo para ti. A esto yo le llamo mi zona neutral. Un tiempo en el día en donde puedo relajarme, respirar profundamente y conectar conmigo y mis pensamientos. Realizar esa rutina de ejercicios que tanto te gusta funciona también.
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