Algunas señales físicas cuando se está bajo esta tensión son: nerviosismo, comerse las uñas, manos y pies fríos, tensión muscular, bajones de energía y dolor de cabeza.
El estrés es tensión, energía que sentimos cuando nos enfrentamos a una situación nueva o desconocida. Es una reacción física automática ante el peligro: nuestros músculos se tensan, la presión sanguínea se eleva y el corazón late más fuerte. Es un rush de adrenalina que se dispara por todo nuestro organismo. Su propósito es el de darnos esa fuerza extra necesaria para luchar contra el peligro.
Todos sentimos los efectos del estrés, es parte de nuestra vida. Y es que algo de estrés puede ser bueno porque nos inspira a afrontar de una mejor forma los cambios y obstáculos que afrontamos. Pero demasiado puede afectar nuestro bienestar mental, físico y emocional.
¿Cómo nos afecta?
El no lograr relajarnos hace que la tensión se incremente afectando nuestro cuerpo y mente. Si dura demasiado, esta tensión puede afectar nuestra salud, contribuyendo al surgimiento de alergias, úlceras, presión arterial alta y hasta ataques al corazón.
Algunas señales físicas de estrés son: nerviosismo, comerse las uñas, manos y pies fríos, tensión muscular, bajones de energía y dolor de cabeza.
También afecta nuestra mente, nuestro pensamiento y bienestar emocional ya que drena nuestra energía diaria y nos puede volver irritables y malhumorados. Entre las señales psicológicas se encuentra la confusión, depresión, alteración de nuestros hábitos alimenticios y de descanso y por supuesto los cambios de humor.
En pocas palabras el estrés afecta la forma de sentirnos con nosotros mismos, nuestro trabajo, otras personas y el mundo.
Lo bueno es que podemos manejar y controlar nuestro estrés. Para ayudarte a reducir el estrés, ten en cuenta estas tres reglas:
Realiza una actividad que disfrutes. Un pasatiempo ya sea solo o acompañado, dentro de casa o al aire libre.
Saca tiempo para ti todos los días. Para relajarte y recrearte.
Hazlo con compromiso. Casi todas las actividades para reducir el estrés tienen efectos positivos inmediatos. Pero si los mantienes de forma constante obtendrás mejores beneficios.
Aquí te van otros 9 consejos:
Se amable contigo mismo. Reconoce tus triunfos y fortalezas, recuerda momentos importantes de tu vida y no dejes que la ira se apodere de ti.
Ejercítate: es una forma excelente de aliviar tensión física y emocional. Los estudios demuestran que cuando nos ejercitamos liberamos endorfinas. Hacer ejercicio nos da una relajación placentera de forma natural. Recuerda elegir una rutina que disfrutes.
Respiración profunda: respirar adecuadamente es una de las técnicas más efectivas para reducir el estrés. La forma en que respiramos afecta la tensión en nuestros músculos e influencia en nuestros pensamientos y emociones. Existen una infinidad de técnicas de respiración para reducir el estrés, encuentra una que disfrutes y sobre todo que logre relajarte. También puedes probar la meditación.
Pasatiempos: haciendo algo que en realidad disfrutes y hacerlo regularmente (por lo menos media hora cada día). Aquí te dejo algunas: tejer, leer, cantar, bailar, jardinería, escribir, cocinar, pintar, carpintería.
Duerme lo suficiente: para recargarnos de energía y tener un sueño reparador. ¿Sabías que al dormir nuestro cerebro se limpia?, así como lo lees.
Maneja bien tu tiempo: dale cierta estructura a tu semana y a tus días para establecer una rutina ordenada y eficiente y sobre todo realizable.
Come saludablemente: reduce el consumo de azúcares, sodio y comida alta en grasa. Incrementa el consumo de vegetales, frutas y granos. Ten cuidado con la cantidad de cafeína que consumes. No consumas azúcar ni cafeína seis horas antes de dormir. Reduce el consumo de alcohol y nicotina.
Habla de tus preocupaciones: Hablar con un amigo en quien confíes puede ayudar a poner tus problemas en perspectiva.
Tómate un descanso entre actividades y reuniones: sobre todo ahora que estamos en teletrabajo. Un pequeño break entre reuniones te hará sentir relajado y fresco para seguir.
Además, realizar estas actividades te ayuda a estimular de forma natural los químicos de la felicidad en tu cerebro -dopamina, oxitocina, serotonina y endorfinas-.
El estrés es parte de nuestra vida y debemos aprender a controlarlo, debemos identificar qué nos produce estrés, ajustarnos a esta nueva realidad de forma optimista, manejar nuestro tiempo y energía, y tomar acción con compromiso realizando actividades que disfrutemos para reducirlo. Comienza, crea tu plan y disfruta de los cambios positivos.